GOFRES (receta infalible)

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No me voy a andar con rodeos, otra vez han pasado un montón de meses desde la última receta que publicamos pero no depende de mí. Ya sabéis que mi abuela no es de fiar y tiene mil razones y excusas para no cumplir con lo pactado, que si exceso de trabajo, otra vez el ordenador roto, el móvil no hace buenas fotos, como si alguna vez hubiese subido una foto en condiciones. Pero ahora no ha tenido más remedio que sucumbir. Recientemente fue el cumpleaños de mi prima Iris y ante la falta de ideas de regalo le compramos una gofrera y prometimos darle nuestra receta secreta pero con la condición de no enseñársela a nadie. Pues bien, no se le ha ocurrido otra cosa a mi lela para preservar el secreto familiar que publicar la secretísima receta en el blog. La quiero mucho pero me saca de quicio así que para quitarme el enfado vamos a preparar los gofres.

INGREDIENTES:

300 gr. de harina de fuerza, 100 gr. de harina de uso común, 25 gr. de levadura fresca, 200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente y cortada en trocitos, 200 ml. de leche entera, 2 huevos talla L, esencia de vainilla o un sobre de azúcar avainillado, una pizca de sal, 100 gr de azúcar normal y 150 gr. de azúcar perlado.

ELABORACIÓN:

Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, aunque mi abuela siempre se olvida de sacarlos de la nevera con tiempo y yo veo como sumerge los huevos en agua caliente un ratín. Lo primero que tenéis que hacer es templar la leche, no más de 35º, añadir una cucharadita de azúcar, la levadura y dejar levar unos 20 minutos. En un bol amplio o en la batidora poned las dos harinas y en el centro verted la leche, los huevos, el resto del azúcar común, la esencia de vainilla y comenzad a amasar, añadid la mantequilla y la pizca de sal y seguid amasando unos cinco minutos o hasta que tengáis una masa uniforme. Esto se puede hacer a mano, así lo hacía mi Bisa pero tampoco hay porqué que sufrir. Ahora dejamos reposar una hora tapando con un paño. Pasado el tiempo volvemos a amasar un par de minutos y añadimos el azúcar perlado, ahora tendrá que reposar hasta doblar su volumen. Ha llegado el momento de la verdad, con estas cantidades nos saldrán unos 10-12 gofres, dependiendo del tamaño de la gofrera, así que podéis porcionarlos a ojo o pesándolos. También deciros que podéis congelar las bolitas de masa y cocerlas otro día. Es hora de conectar la gofrera (porque tenéis una ¿verdad?) temperatura media alta, cuando esté caliente pintamos con aceite de girasol y colocamos la porción de masa, cerramos y a esperar. En nada estará la casa inundada con el aroma a gofres y en cuando estén dorados al plato.

El orden de los factores sí altera el producto pero las prisas…
¡Qué preciosidad!
Así tal cual podríais congelarlos.
¡Qué olor!
Solo con azúcar glass.
Con fruta.
Con crema de chocolate, helado o nata, con lo que quieras.

Esta receta se la dedicamos a Iris por su cumpleaños, por la espera y por ser capaz de guardar el secreto.

TABULÉ

Recetas

Hoy no es un buen día, el plato elegido es una ensalada y ya sabéis que a mí las ensaladas no me gustan pero la que manda es mi abuela y ante todo quiero que sepáis que por mucho que me intente vender la moto de que es fresquita, sana, exótica y demás, no deja de ser una ensalada que está llena de verduras y vitaminas, cosas contrarias a mis dogmas de fe. El Tabulé es una ensalada árabe, de origen libanés aunque los sirios también dicen que es suya, entonces dejémosla en Oriente Medio y así no fallamos. Una curiosidad gastronómica ¿Sabéis que el orden en que comemos los platos nos viene de la ocupación árabe de la Península Ibérica? Empezamos por la ensalada, seguimos por el plato principal y terminamos con el postre😊. Pero vamos ya con la receta que cuando antes pase el trago de tanta hortaliza mejor.

INGREDIENTES: 150 gr. de cuscús, 150 ml de agua, 2 pepinos, 1/2 cebolla, 1 diente de ajo, 3 tomates, perejil, albahaca (hay quién pone cilantro o hierbabuena) , 1 limón, aceite de oliva y sal y pimienta.

ELABORACIÓN: Lo principal es hidratar el cuscús, nada de cocerlo como dicen por ahí. Para ello pon a calentar el agua en un cazo y cuando rompa a hervir viértela sobre la sémola previamente extendida en un bol o fuente. Al cabo de un par de minutos ve removiendo con un tenedor para soltar el grano y no dejes de hacerlo hasta comprobar que está bien hidratado, sin grumos ni apelmazamientos, es más rápido de lo que imaginas. Reserva. Ahora corta el pepino y el tomate en dados, ponlos en otro bol, pica finamente la cebolla y más aún el ajo, la albahaca y el perejil, añádelo todo a las hortalizas. Rocía con el limón exprimido, un buen chorro de aceite y sazona con sal y pimienta. Mezcla y agrega al cuscús, muévelo bien y reserva en la nevera como mínimo un par de horas antes de servir. Bien tapado aguanta estupendamente 2 o 3 días en perfectas condiciones. Bueno pues ya está el Tabulé, que la disfrutéis, aunque si es tanto como yo, vais apañaos, Bon appétit!

El cuscús seco.
Soltando el grano.
También puedes hacerlo con las manos.
Y si nadie te ve, lo pruebas 😉
Cortando pepinos.
Añadimos el tomate también cortado.
Recolectamos las hierbas aromáticas.
Mi abuela dice que está de muerte pero permitidme que lo ponga en duda.
Pues ya está listo, ahora sírvelo como quieras en la fuente o con moldes individuales.
Juro que me obliga a poner cara de que me gusta.
Pero esta es mi cara real ante el Tabulé. Aún así, espero que os guste.

PAN DE DOMINGO

cocina, Masas fermentadas, Recetas

PAN INTEGRAL CON FRUTOS SECOS

¡Holaaaaa! Hoy es domingo y los domingos en casa hacemos pan. Elaboramos el pan del desayuno de toda la semana, lo cortamos en rebanadas, lo congelamos y listo. Está buenísimo, lleva de todo, harina integral común, harina de centeno, semillas varias, frutos secos. A mí me encanta, siempre y cuando a mi abuela no le dé por fastidiarla y echarle pasas o dátiles. En un principio era un pan normal y corriente, pero unas semanas después de Navidad Lela se puso a limpiar el armario y sacó bolsas y paquetes empezados de todo, distintos tipos de harinas, nueces, pipas, almendras, y decidió echárselo al pan y el resultado fue nuestro pan de domingo.

INGREDIENTES:

400 ml. de agua

35 ml. de aceite de oliva.

15 gr. de sal

15 gr. de azúcar.

270 de harina de fuerza.

2oo gr. de harina integral común.

200 gr. de harina de centeno.

30 gr. levadura fresca.

1 cucharada de miel.

50 gr de surtido de semillas ( lino, chía, pipas de girasol y de calabaza…)

50 gr. de frutos secos (nueces, almendras…)

Un puñado de pasas o dátiles.

ELABORACIÓN:

Podemos empezar con el rollo ese de haz un volcán con la harina y vierte en el centro… pero lo vamos a hacer en la thermomix o el robot que tengas. Pon el agua, el azúcar, la levadura y una cucharada de harina, mezcla unos segundos y déjalo reposar 15 minutos. Ahora añade el aceite, las harinas, la sal y la miel, mezcla. Amasa durante 5 minutos más y deja reposar hasta que doble su volumen. Vuelve a amasar un par de minutos e incorpora las nueces troceadas a tu gusto, las semillas, pasas, todo lo que hayas elegido. Engrasa los moldes y vierte la masa con ayuda de tus manos enaceitadas. Tapa los panes con un paño limpio y déjalos fermentar y crecer una hora como poco, depende de la temperatura que haga en tu cocina. Cuando mi tía Diana vivía en Francia, hizo un brioche y cansada de que la masa no creciera la tiró a la basura y se fue con mis primas al parque. Cuando volvieron, la basura desbordaba de masa. Y es que claro, en Valence hace frío y los fermentos tardan más. Enciende el horno con tiempo suficiente con calor arriba y abajo = a 180ºC y cuando tenga la temperatura adecuada introduce los panes. Dale 30 minutos más o menos. Retíralos del horno, déjalos un par de minutos en el molde y sácalos, colocándolos sobre una rejilla. Cuando se enfríen podrás cortarlos.

Ya sabes que siempre hay que tamizar la harina.
Colocamos la masa en los moldes. Qué suerte he tenido, no le quedaban pasas a mi abuela 😁.
Ya han crecido, al horno. Un truco es que si tu abuela sí que tiene pasas o algo que no te guste, se lo escondas antes de que empiece a hacer el pan.. Pero escóndelo bien que ya sabes que las madres lo encuentran todo.
Se huele a pan hasta en la esquina del barrio.
Este sí que lleva pasas 🤮.

Bueno pues esto es todo, espero que lo hagáis y me contéis qué tal os ha salido y si os ha gustado como a nosotras. Bon appétit!

MONKEY BREAD

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Cada año a final de curso los niños y niñas de la clase hacemos un regalo conjunto a nuestra tutora como agradecimiento por habernos enseñado tantas cosas y sobre todo, por aguantarnos. El año pasado con la pandemia y las clases online nuestros padres no se pusieron de acuerdo y cada uno le llevó algo por su cuenta. Mi abuela como siempre, no tenía un duro y la muy cutre le llevó una tarta. Pues oye, parece que triunfó porque a mi seño Lucía le encantó, y es que era un Monkey Bread. Le gustó tanto que hasta le pidió la receta. Pero ya sabéis cómo es mi Lela, lo fue dejando y dejando y luego pensó que mejor la publicásemos en el blog. Como el concepto de tiempo lo tiene un poco tocado, de eso hace ya 11 meses. Os diré que el Monkey Bread es probablemente mi pastel favorito, el sabor de la canela con la mantequilla y lo suave y esponjoso que es… se me hace la boca agua solo de pensarlo. Originalmente es una masa sin huevo pero nosotras, como siempre, a nuestra bola y la hemos cambiado un poco.

INGREDIENTES: 450 gr. harina de fuerza, 200 de leche entera, 25gr. de levadura fresca, 50 gr. de azúcar, una pizca de sal, 75 gr de mantequilla a temperatura ambiente, 1 huevo L. Para el emborrizado 200 gr. de azúcar ( puede ser morena como yo😜), 150 de mantequilla derretida, y canela por mí y por todos mis compañeros.

ELABORACIÓN: En un bol echamos la leche templada, añadimos el azúcar, la levadura y una cucharada de harina (recuerda, la harina siempre tamizada) mezclamos bien y dejamos reposar hasta que empiece a burbujear, más o menos 15 minutos. Entonces añadimos el huevo, la harina, la sal y amasamos, poco a poco incorporamos la mantequilla y seguimos amasando, haz una bola. (Está claro que si tienes un robot de cocina es mucho mas sencillo, pero lo puedes hacer a mano perfectamente). Deja reposar la masa unos 10 minutos tapada con un paño limpio o film transparente. Vuelve a trabajarla, como si estuvieras haciendo pan unos 5 minutos más. De nuevo haz una bola y otra vez que repose, esta vez hasta que doble su volumen. Espolvorea la mesa de trabajo con harina, pon tu masa y ve haciendo bolitas del tamaño de una nuez, no todas iguales. Enciende el horno con calor arriba y abajo = a 170 ºC. Ten preparado un bol con la mantequilla derretida, otro con el azúcar y la canela mezclados y el molde donde vayas a hornear el pastel. Ahora llega la parte más pringosa y divertida, coge una bola introdúcela en la mantequilla y pásala por la canela con azúcar, ve poniéndolas en el molde. Cuando lo hayas llenado de bolitas, cúbrelo y deja que crezca otra vez. Hornea, dependiendo del tamaño de tu molde tardará más o menos, unos 25 minutos no se los quita nadie.

¿Qué creíais, que lo íbamos a hacer a mano?
Este poquito de levadura fresca.
Una bolita.

Muchas bolitas y es que la unión hace la fuerza.
¿Veis?, hay distintos tamaños.
Vuelta a reposar.
¡A hornear!
Del revés.
Del derecho.
En corona.
Este quedó de lujo.

Y hasta aquí nuestra receta de hoy. Se la dedico a mi seño Lucía que me ha ayudado a ponerme buena, me ha enseñado que las matemáticas pueden ser muy divertidas y me hace querer ir al colegio cada día, Gracias Seño.

PICADA DE AJO Y PEREJIL

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Hola a todos, nuevamente hemos estado un montón de tiempo sin escribir y como siempre la culpa es de mi abuela. Yo ya tengo cierta edad, he cumplido 9 años, pero la adulta es ella y se comprometió a que subiéramos una receta por semana, han pasado 5 meses, ahí lo dejo. Excusas todas, que si tengo mucho trabajo, las navidades, encargos de tartas, otra vez se pone a estudiar a la vejez viruela… También nació mi prima Zoe el 14 de febrero, así que tiene a todo el mundo enamorado. Yo he estado malita con esofagitis, no es grave pero ahora no puedo comer casi de nada y cocinar cosas chulas me da mucha envidia. Y ahora, después de este resumen y por supuesto librarme de toda culpa por la tardanza de las publicaciones, resulta que Lela no tiene preparada ninguna receta y quiere que os conforméis con un truquito de cocina ¡qué vergüenza! Bueno vamos con la receta, el truco o lo que sea esto.

En la cocina mediterránea son básicos el ajo y el perejil. Ya lo decía Victoria Beckham, que no le gustaba España porque olía a ajo. Pero Spice girl aparte, cuántas veces te has encontrado cocinando y no tenías ajos, o se habían secado en el bote, el perejil marchitado o simplemente no tienes ganas de ponerte a picar como una loca. Aquí está el truquillo de hoy. Ingredientes: ajos y perejil como para una boda.

En un robot de cocina o a mano si eres valiente, pica un manojo de perejil y 3 cabezas de ajos por separado. Hazlo en pequeñas tandas para que quede bien. Después extiéndelo en papel de horno sobre una bandeja y congélalo. Cuando ya esté duro lo partes en trozos y lo metes en botes que nuevamente congelarás. Nosotras tenemos un bote de ajo y perejil mezclado y otro solo de ajo. Cuando lo necesites no tienes más que coger el trocito y agregarlo directamente a tu guiso, sofrito, asado o lo que quieras. Pues ya está, y para esto ha tardado casi medio año. ¡Qué paciencia tengo!

Recién picados y extendidos, a congelar.
Ya congelados lo partes en trocitos, lo metes en botes y de vuelta al congelador.
Como mi abuela es un poco cutre y todo lo recicla hemos utilizado botes de crema de cacao. 😜

BIZCOCHO SENCILLO

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No creáis que no he querido escribir en el blog estos días, ya sabéis que soy una niña muy ocupada, pero es culpa de mi abuela que ha estado haciendo miles de tartas y no me hacía mucho caso. Por si fuera poco está estudiando yo qué sé qué de alérgenos. Así que hoy os traigo una receta rápida, algo tan simple y versátil como este bizcocho. Lo podréis tomar solo, con la leche, como postre o también usarlo para hacer tartas o pan de Calatrava.

Qué precioso es.

Si seguís los pasos es una receta infalible y está buenísimo, así que ya no tenéis excusa para comprarlos hechos. Sin conservantes, sin saborizantes, sin plásticos y más barato, que lo dice mi abuela que es una tacaña. Así que no os doy más la murga y empezamos.

INGREDIENTES:

4 HUEVOS

265 GR. DE HARINA

265 GR. DE AZÚCAR

20 GR. DE LEVADURA QUÍMICA

1 PIZCA DE SAL

165 ML DE ACEITE GIRASOL

165 ML. DE LECHE

UN CHORRO DE LIMÓN Y SU RALLADURA.

El limón está feo, casi parece una patata pero huele muy bien.

ELABORACIÓN:

Antes de nada encendemos el horno a 170 ºC con calor arriba y abajo, es la posición que tiene dos rallitas, como si fuera un igual = Recuerda que todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente. Si se te olvidó sacar los huevos de la nevera, sumérgelos unos minutos en agua templada. Mientras el horno toma temperatura preparamos los moldes. Yo como lo voy a utilizar para hacer una tarta he cogido 4 moldes de 10 cm de diámetro, si es para un solo bizcocho, con uno de 20cm os irá bien. Le ponéis papel de horno, untáis con margarina y le espolvoreáis harina( he hecho un pareado) Sacudidlos bien para que no queden pegotes, que luego resultan muy desagradables.

Comenzad por añadirle el zumo de limón a la leche y calentadla 15 segundos en el microondas o hasta que se corte. En un bol grande batimos los huevos y el azúcar hasta que blanqueen y estén cremosos. Poco a poco y a chorro, añadimos el aceite mientras seguimos batiendo suavemente, continuamos de igual manera con la leche cortada. Finalmente incorporamos la harina y la levadura tamizadas (que no se te olvide tamizarla porque si no luego salen unos grumos asqueros) Ahora aromatizadlo con la ralladura de limón, pero recordad que podéis echar lo que queráis, ralladura de naranja, vainilla, esencia de coco o sustituir 50 gr. de harina por cacao. Vertemos (que conste que no me gusta este verbo, suena fatal) la masa en los molde y los llevamos al horno. Situamos la bandeja en el 2º estante comenzando por abajo, cerramos rápidamente el horno y cuando hayan subido, más o menos a los 10-15 minutos bajamos la temperatura a 150ºC. Ya depende del tamaño del molde que hayáis usado, si son pequeños en 10 minutos más estarán hechos, si no, la forma de comprobarlo es pinchar en el centro y que la brocheta salga seca. Es momento de sacarlos del horno y ponerlos en una rejilla. Antes de desmoldarlos dejadlos unos minutos reposar, después para que no suden, quitadles con cuidado hasta el papel. Y ya está listo para lo que queráis.

Bon appétit!

Encamisar molde, esto lo hago yo solita, soy toda una experta .
Listos para entrar en el horno.
Ya han salido, veis que color más bonito.
Desmoldados.
Listos para formar parte de una tarta.
En esta tarta Gravity Cake están escondidos.

ROLLOS DE CANELA O CINNAMON ROLLS

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Hoy os traigo una de mis recetas favoritas, los Cinnamon Rolls, que no son ni más ni menos que unos rollos de canela. Una receta originaria de los países escandinavos que ha hecho famosa el IKEA y se la han casi apropiado los americanos. La canela me encanta, viene de un árbol de Sri Lanka que se llama el canelo. La canela tiene un montón de propiedades, ayuda a hacer la digestión, tiene vitaminas y minerales, es buena para el colesterol y dicen que adelgaza, siempre y cuando no le agregues como mi abuela 3 kilos de azúcar y 2 de mantequilla. 😜 Pero sin duda, lo mejor de todo, es su sabor.

¿A que salimos guapos?

Esta receta la he preparado con mi amigo Daniel, le gusta comer y cocinar tanto como a mí así que juntos os pasamos ya la lista de ingredientes:

Para la masa:

600 gr. de harina de fuerza.

300 ml. de leche entera.

60 gr. de azúcar.

25 gr de levadura fresca.

1 huevo talla L

75 gr. de mantequilla.

Una pizca de sal.

Para el relleno:

100 gr. de mantequilla.

150 gr. de azúcar.

Canela en polvo.

Elaboración:

Si tienes amasadora genial, si no pues te va a tocar hacer un poco de deporte. Lo primero, todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente. Empezamos por poner la leche con la levadura desmenuzada, una cucharita de azúcar y otra de harina en el bol. Déjalo reposar 15 minutos. Mientras, tamiza la harina (siempre tamiza la harina), haz un volcán, pon la pizca de sal y agrega la leche anterior con el huevo, amasa, si es con máquina unos 10 minutos, si es a mano, te compadezco. Tiene que quedar una masa fina, unida, blandita pero no pegajosa. Ahora es el momento de añadirle poco a poco la mantequilla en trocitos y volver a amasar otros 5 minutos hasta que esté nuevamente suave, no pegajosa. La dejamos reposar tapada con un paño unas dos horas. Pasado este tiempo empieza lo divertido.

Mirad cómo ha crecido, está super suave.

Daniel también ha resistido la tentación de hundir la mano en la masa.

A divertirse:

Con la ayuda de un rodillo extendemos la masa.
Mezclamos azúcar, canela y mantequilla y hacemos una pasta. También puedes hacerlo de otra manera y es untando de mantequilla la masa y luego espolvorear la canela y el azúcar.
Y la extendemos como si fuera el protector solar, por todas partes. Pringa un montón, pero mola. PD no se puede uno chupar los dedos.
Ahora toca enrollarlo haciendo un rulo, es super divertido.
Y seguimos enrollando.
Finito, para que luego digan que no tenemos rollo.
Esta foto es de pega, mi abuela nunca me deja que los corte yo pero me hace posar.
A Daniel tampoco le ha dejado cortar y mira que él ha insistido.
Una vez cortados quedan así de bonitos. Ahora a fermentar otra vez, 1 hora aproximadamente.
Ha pasado una hora, estaban tapaditos y mira cómo han crecido. Es el momento de encender el horno a 170º C En cuanto tenga la temperatura seleccionada, mételos con calor arriba y abajo, unos 20 minutos serán suficientes. Lo verás por el color dorado espectacular y que toda la casa huele a canela.
A que apetece 😜😜😜
Espero que os gusten tanto como a nosotros y como dice mi Bisa Bon Appéetit !

Vasitos de Mascarpone, frutas del bosque y tierra de chocolate

Dulce, Postres, Recetas, Trucos

Un título muy largo para un postre que se come en un pispás. A mí ya sabéis que no me gusta la fruta pero aún así debo incorporarla en mis recetas, mi Lela dice que no puedo hacer sólo lo que me gusta a mí, eso sería como una dictadura gastronómica, tengo que cocinar para todos los gustos. Pues no se diga más, rapidito que me tengo que repasar las tablas de multiplicar que mañana hay cole.

Ingredientes:

Para la crema de queso o frosting:

150 gr. de Mascarpone o queso de untar.

150 gr. de azúcar glass.

150 gr. de mantequilla blanda, no derretida.

Mantequilla reblandecida
Azúcar glass, yo no tenía y molí azúcar normal en un molinillo de café.
Mascarpone de mentira, es lo que hace la cutre de mi Lela, dice que es Mascarpone el Bosque Verde.

Mermelada:

150 gr de frutas del bosque (pueden ser congeladas)

150 gr de azúcar

Qué colores más bonitos.

Tierra de chocolate:

150 gr. de mantequilla

100 gr. harina

50 gr. de cacao puro

100 gr. azúcar

75 gr de chocolate en trocitos

Una pizca de sal

Esto está de muerte, cuando mi abuela se da la vuelta le quito lo que puedo.

Elaboración:

Empezamos por la tierra, precalienta el horno a 170º C. Si tienes un robot de cocina añade todos los ingredientes y mezcla durante 30 segundos. Si no, de manera tradicional, tamiza las harinas, haz un volcán incorpora el azúcar, la sal y la mantequilla y amasa pero no demasiado, pon el chocolate en trocitos. Déjala reposar en frío 15 minutos. Extiende la masa en una bandeja de horno con papel, si es muy pegajosa haz pegotitos y hornea unos 12 minutos más o menos. Enfría.

Si tienes un bizcocho por ahí puedes usarlo, o también restos y recortes anteriores. Yo por ejemplo, voy congelando lo que me va sobrando de otras elaboraciones. Lo mezclas con mantequilla, cacao y azúcar, y los trocitos de chocolate, amasas, horneas y ya tienes la tierra de chocolate o galletas si no la rompes.

Para la mermelada de frutos rojos puedes hacerla con frutos frescos o congelados. En un cazo vierte un vasito de agua, añade la fruta y el azúcar y lleva a ebullición, hazlo reducir y deja enfriar.

Ahora vamos a hacer la crema de queso, bate la mantequilla reblandecida con el azúcar gass hasta conseguir una crema fina, puedes añadirle esencia de vainilla. Enseguida incorporamos el queso bien frío y seguimos batiendo un par de minutos más. Metemos el frosting en una manga pastelera y reservamos en la nevera.

Incorporamos el queso.
¡Échale vainilla a la vida! Será la misma, pero sabrá mejor.

Y ahora montamos los vasitos: Busca un vaso bonito, no muy grande porque es un postre pesado y calórico, el orden de los ingredientes lo marcas tú. Puedes poner la galleta arriba, abajo, desmenuzada o entera. Ahora os muestro varias formas de hacerlo y a disfrutar.

Bon appètit!

He utilizado mis encantos para pedir un vaso sin fruta.
No me fío mucho de mi abuela pero voy a probarlo.
Uauuuu, ésto está de muerte!
¡Quiero otroooooo!

Para leer más tonterías de mi abuela no olvidéis suscribiros.😁😁😁

¡He vuelto!

Recetas, Sin categoría

Ha pasado mucho tiempo, lo sé. Mi última publicación era de cuando iba a la guardería, total nada, pero es que entre una cosa y otra no he tenido tiempo, de verdad. Ya sabéis lo ajetreada que puede ser la vida de una niña, colegio, juego, extraescolares, vida social, cumpleaños, más cumpleaños, porque aunque no os lo creáis ya tengo 8 años y mi vida y responsabilidades han cambiado mucho. En todo este tiempo he hecho muchas cosas y aprendido más, toco el violín, juego al fútbol, al baloncesto, ya sé leer y escribir, también tengo una gata que se llama Gatita y un perro que se llama Perrito. Sigo hablando por los codos y sobre todo cocino y soy feliz y me encanta el colegio. Espero que mi abuela se lo tome un poco en serio y me eche una mano con el blog y juntas podamos enseñaros nuestras recetas y trucos. Ahora os mostraré un poco de lo que he hecho durante todo este tiempo.

Mia

Haciendo cupcakes
Galletas de frambuesa y nata.

Ahora tengo una gata, se llama Gatita.
También aprendí a nadar, aunque de eso hace ya mucho.
Pintando con huevo unos riquísimos rollos de Pascua.
Practicando violín
Montando en bici.
Durante la pandemia mi profe Abel me enseñó a jugar al ajedrez.
Las zanahorias y el tomate de fondant los hice yo.
Ya soy una máquina con la manga pastelera.
Mi primer ukelele me lo regaló mi primo Eric, éste me lo trajo Papá Noel.
Cuando cumplí 8 años mis tíos Diana y Kico me regalaron un vuelo en avioneta, lo mejor de lo mejor.
Mi abuela estuvo trabajando en una residencia de ancianos y mientras ella les hacía la comida, yo jugaba con los abuelos, aún los echo de menos.
Me siguen flipando las croquetas.

TARTA DE CHOCOLATE BLANCO

Recetas

Hola a todos, os he echado de menos de más, pero mi abuela, no me deja tranquila. Dice que me acuesto tarde y que no la dejo ni ducharse, pero no es verdad. Solo es que tengo muchas cosas que contarle y no me da tiempo. Por ejemplo, ayer en el campo, la Bisa me dijo: -Mia, pronto se llenará todo de flores, verás que bonito. – ¿Cuándo Bisa? le contesté. -Cuando venga la primavera, me dijo. -Y ¿quién es mi prima Vera, Bisa? La Bisa empezó a reírse y ahora se lo cuenta a todo el mundo y yo no sé por qué. Pues esas cosas se las tengo que contar a mi Lela. Luego dice que le duele la cabeza de oírme, y que por eso se le olvidan las cosas. Yo le digo que haga lo que yo, me toco la frente con el dedo y así me refresco la mente. Por eso me acuerdo de todo, incluso de lo que no ha ocurrido. Lela me dice que de dónde me saco esas cosas. Yo no las saco de ningún lado, yo es que pienso mucho.

Qué pesadita con la cámara.

Qué pesadita con la cámara.

Mia canela y perejil

Lela dice que esta es mi sonrisa falsa.

Mia canela y perejil

Buscando a mi prima Vera o en su defecto, algún duende.

Vamos a la receta que es lo que os interesa. Esta tarta la hicimos el otro día para el cumpleaños de Inés. Inés es la mamá de mi tata Meni. Yo para mi cumple también quiero una tarta de chocolate blanco.

Ingredientes: 100gr. de Mantequilla, Un paquete y medio de galletas, 400 de nata, 4 yemas, 200gr. de leche, 100gr. de azúcar, 300gr. de chocolate blanco, 6 hojas de gelatina.

Preparación:

Machaca las galletas, si no tienes robot de cocina, en el mortero. Mézclalas con la mantequilla blanda. Que quede una pasta uniforme y extiéndela en el molde elegido.

Ahora vamos a hacer una crema inglesa, es una natilla ligera. Blanquea las yemas con el azúcar, significa que las batas hasta que las yemas pierdan su color naranja. Cuélalas para retirar la espuma. Calienta la leche e incorpóralas a las yemas batiendo todo el tiempo. Vuelve a ponerla al fuego un poco, con cuidado de que no se corten. Sí tienes termómetro que no pase de 85°.

Añade la gelatina hidratada y 200 gr. del chocolate troceado. Mueve como si la vida te fuera en ello. Incorpora la nata montada con movimientos envolventes.

Vierte la mezcla encima de la base de galletas. Añade los 100gr. de chocolate restante en trocitos pequeños. A la nevera. Esta tarta como casi todas, está mejor de un día para otro. La puedes decorar con mermelada de frambuesa por encima, o haciendo un coulís.

Pica galletas.

Pica galletas.

Mia canela y perejil

No se lo digáis a nadie pero mi abuela es una trolera.

Mia canela y perejil

Me hace posar así pero las galletas las ha picado con el robot de cocina. ¡Qué falsa!

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Blanquear las yemas.

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Hidratar la gelatina.

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Montar la nata.

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Aquí ya hemos mezclado la crema inglesa con el chocolate, la gelatina y la nata montada.

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Volcamos sobre la base de galletas. Nosotras no decoramos porque se nos olvidó comprar mermelada y tampoco nos dio tiempo a nada más.

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Casi no nos dejan hacer la foto. Por Dios, qué osos!!

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A comer.

Bon Appétit!